Hola, les presentó un texto que escribí en motivo de aquella charla con el profesor de Historia de México. Gracias.
Un hombre de porte sureño nos habló del amor, de sus ganas de ayer, nos contó hazañas de tiempos, de circos, de flores espontáneas en pleno invierno … Nos preguntó del amor y tratamos de darle lecciones, encontramos su cuento, su fábula y su moraleja, para hacernos hombres de mundo, hombres de incredulidad; hombres q se engañan e inventan el respeto y la justicia para entretenerse, para no aburrirse y hacer legal el ocio, para convertir la amargura en un síntoma común de la experiencia. Aún así, al final de la conversación, me sentí vacía, me cansé, quedé exhausta como cuando encuentro algo que no he buscado, como cuando caigo en el mar y ellos no pueden mirarme mientras me baño en un claro de agua dulce junto al gigante, por que sus ojos están salados, por que flotan a su alrededor embarazos prematuros, noches de alcohol, aves de mal agüero y otros menesteres a los que han elegido acostumbrarse.
Finalmente me quedé con una duda mas grande, ¿Qué manía extraña tienen los adultos de decirnos que la tierra es plana, cuando apenas quieren ver el horizonte de la cama, y gustan de amanecer con la cabeza hundida, día tras día, hundida bajo la almohada...?
Le agradecería muchisimo profesora saber las correcciones de los signos ortograficos.
lunes, 1 de septiembre de 2008
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